Es así como la gente llama a una venta cercana a mi casa. Las ventas son pequeños lugares donde se venden cosas, pero que no llegan al nivel de las pulperías, que son el equivalente a los antiguos ultramarinos, ahora los chinos.
Descubrí este lugar cuando un día pregunté a uno de los vigilantes que trabajan guardando la casa de enfrente qué lugares había por allí para comer. Me indicó varios, uno de ellos era Donde la chela. Cuando me llevó por primera vez había un mostrador con un montón de comida, pizza, tacos, enchiladas, ... Todo con bastante mal aspecto, no inspiraba mucha confianza aquel apilamiento de comida.
Poco a poco me he formado una opinión de este lugar. Desde el primer día con aquella comida, que gritaba "cómeme si estás estreñido", los múltiples comentarios negativos vertidos por los vecinos, el comprobar que allí van a surtirse de guaro lijón los borrachos, a por memorables marcas como Caballito o La Perla, que se venden en botella de plástico, a 20 pesos la media botella.
Pero fue ayer, cuando a las 9:00 de la noche, y al estar todos los sitios de alrededor cerrados, me vi obligado a entrar Donde la chela. Quería algo de beber, un jugo o un fresco. Necesariamente embotellado y precintado, que asegurase que el embase era inviolable y no había pasado por las manos de la chela. Al entrar veo a tres hombres sentados, y más adentro, en un cuartucho que hay detrás, se veía a una mujer tumbada en una hamaca, con media barriga y con claros síntomas de embriaguez. No podía verle la cara, pero intuí que se trataba de ella, de la chela.
Descubrí este lugar cuando un día pregunté a uno de los vigilantes que trabajan guardando la casa de enfrente qué lugares había por allí para comer. Me indicó varios, uno de ellos era Donde la chela. Cuando me llevó por primera vez había un mostrador con un montón de comida, pizza, tacos, enchiladas, ... Todo con bastante mal aspecto, no inspiraba mucha confianza aquel apilamiento de comida.
Poco a poco me he formado una opinión de este lugar. Desde el primer día con aquella comida, que gritaba "cómeme si estás estreñido", los múltiples comentarios negativos vertidos por los vecinos, el comprobar que allí van a surtirse de guaro lijón los borrachos, a por memorables marcas como Caballito o La Perla, que se venden en botella de plástico, a 20 pesos la media botella.
Pero fue ayer, cuando a las 9:00 de la noche, y al estar todos los sitios de alrededor cerrados, me vi obligado a entrar Donde la chela. Quería algo de beber, un jugo o un fresco. Necesariamente embotellado y precintado, que asegurase que el embase era inviolable y no había pasado por las manos de la chela. Al entrar veo a tres hombres sentados, y más adentro, en un cuartucho que hay detrás, se veía a una mujer tumbada en una hamaca, con media barriga y con claros síntomas de embriaguez. No podía verle la cara, pero intuí que se trataba de ella, de la chela.
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4 comentarios:
Hola Ignacio!!! Que pasa tío? He flipado con tu blog. No tenía ni puta idea que estabas en Nicaragua!!! Que coño haces allí?!?!? Me ha gustado mucho leer todas las entradas que tienes en tu blog.
En Alcalá las cosas van igual, vamos eso creo yo. No sé nada de la peña del insti. Me encontré a Hugo hace unos meses y al final no pude ir a la fiesta de aniversario del 1.
Oye, espero que lo estés gozando allí. Menudo viaje!!! Aprende y vive a tope tu estancia allí no lo vas a olvidar nunca.
Te mando un abrazo muy fuerte y te recuerdo que te debo una copa de vino. Gustasemente te devolveré la invitación a tu vuelta.
Un abrazo muy fuerte,
Carlos
¿¿¿¿Y qué pasó luego???? ¡¡¡¡Quiero un final!!!! ¿Intoxicación etílica? ¿Intento de suicidio? ¿conseguiste una botella de jugo en condiciones medianamente higiénicas? ¡¡Segunda parte, YA!!
Esther
Eso Ignasi, queremos un final... parece que estas aprendiendo el arte de los culebrones...
Por cierto, la nueva camara tiene muy buena pinta, sigue haciendo muchas fotos para enseñar...
Un abrazo enorme!!!
Lo que paso aquel dia es que compre un freco de caco, embotellado. Pero alla se reunen tomadores de guaron lijon, que le llaman, van a comprar su Caballito suave, que de suave no tiene nada, y La Perla, otra marca de ron de bajisima calidad. Ambos contienen trazas de metanol, asi que os podeis imaginar. Al dia siguiente dicen que la resaca es mortal.
De alli salen personajes como el tomador sumari. Un tipo que conoci mientras platicaba con el vigilante de la casa de enfrente. Contaba que se fue de Nicaragua para USA cuando tenia 7 anos. Con 18 se alisto al ajercito gringo. Hace unos 3 anos regreso a Nicaragua. Creo que anda algo perdido, y dedica sus noches a tomar guaro lijon. Hacia como si fuese un samurai, de ahi el apodo.
En resumen, Donde la Chela no es un bonito lugar, pero si que puedes ver la realidad de una parte de la sociedad leonesa que beben para olvidar o proque no tienen otra cosa que hacer.
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