lunes, 8 de septiembre de 2008

El calor de León aturde

Ya van dos entradas relacionadas con los asuntos meteorológicos. Se dice que cuando no se tiene de qué hablar se habla del tiempo, por ejemplo, en un ascensor lo típico es decir, ¡buf! ¡qué calor! o ¡hay qué ver qué frío hace! Pero es que ahora mismo me encuentro aturdido por el calor. El trayecto de mi casa al lugar donde trabajo, 5-10 minutos andando, 4 cuadras y media (leonesas, eso sí), ha sido demoledor.

Se supone que estamos en invierno, o eso es lo que la gente dice, pero la temperatura es muy alta, unos 35º como máxima, a lo que hay que añadir un elevado porcentaje de humedad, lo que genera unas condiciones de confort climático deficientes. El sudor es constante, la camiseta se pega, las manos se quedan pegajosas, la sensación de bochorno te invade.

Todo queda definido por un concepto denominado "sensación térmica", y pone en relación la temperatura con otros factores, como la humedad o la velocidad del viento. La elevada humedad ambiente dificulta la evaporación del sudor, que es la principal manera de disipar el calro corporal. Según la wikipedia, 34ºC con humedad relativa del 60%, la sensación térmica es de 44ºC, mientras que 38ºC, en condiciones de humedad relativa del 10% genera una sensación térmica de 35ºC.


Lo que apatece es quedarse en casa tirado en la cama, sin mover un músculo, y disfrutando de cada una de las ráfagas de aire que te regala el abanico.